Psicología: Límites y aprendizaje

Los niñ@s necesitan un ambiente propicio, positivo, constante, predecible y seguro para su aprendizaje. Somos las personas adultas las que hemos de tratar de que así sea.

También han de tener claro que cada acción tiene una consecuencia y todas las personas hemos de asumirlas.

Que no todo vale, que nos movemos en un mundo plural y las acciones de una persona repercuten no sólo en ella sino en su entorno.

 Para distinguir lo adecuado de lo inadecuado hemos de comunicar a l@s niñ@s qué queremos y esperamos, hemos de proponer normas claras, contingentes y no rígidas. Tener una actitud dialogante, tranquila, serena, basada en el respeto, el cariño, el amor y una perspectiva positiva.

Facilitando la formación de hábitos y el desarrollo de las habilidades que faciliten su interacción con el entorno, a nivel físico, a nivel cognitivo y a nivel afectivo-relacional. Con tolerancia y aprendizaje de cada situación.

La adquisición de rutinas es importante porque nos da seguridad, sabemos qué hacer en cada momento, dónde, cuando y el tiempo que nos puede llevar. Pero hemos de disfrutar de ellas, saborearlas y tener una actitud proactiva y flexible. Es importante que nos fijemos en los logros, en el esfuerzo que invertimos, que valoremos los procesos y no sólo los resultados.

Cada persona es diferente, única e irrepetible. Tenemos un gran valor, por tanto. Apreciemos las diferencias como algo precioso.

Proporcionemos seguridad en cada etapa del desarrollo, acompañemos de forma amable. Premiemos el valor del esfuerzo y de la constancia.

Favorezcamos la expresión de las emociones, la escucha activa, invirtamos tiempo en compartir y vivenciar, en implementar el sentido del humor, la curiosidad, la motivación, una autoestima adecuada.

No rechacemos, aprendamos a negociar, a favorecer el esfuerzo, tengamos actitud de aceptación y afecto.

Cuando ponemos límites hemos de presentarlos de manera positiva, con alternativas, es fundamental. Estos han de ser claros, consistentes, congruentes y compartidos por las personas adultas. Evitaremos personalizar y nos centraremos en las conductas que queremos modificar.

No olvidemos que hemos de ser constantes y contingentes; además no es algo que funcione mágicamente, es el resultado de la educación que hemos brindado desde pequeñ@s, de un trabajo diario que va obteniendo sus frutos.

Recordemos el dicho “poco a poco se va lejos”, así haremos, sin prisas, tacita a tacita, merece la pena.

“El secreto de la educación está en el respeto al discípulo”

Ralph W. Emerson-Escritor estadounidense

“Dar amor, constituye en sí, dar educación”

Eleonor Roosevelt-Escritora, activista, política y primera dama estadounidense

“Uno de los principales objetivos de la educación debe ser ampliar las ventanas por las cuales vemos al mundo”

Arnold Glasow-Humorista norteamericano